10 Beneficios de las comunidades de energía

El impacto social de las comunidades energéticas: diez beneficios que aportan 

PUBLICADO EN: 19/05/2023 ÓSCAR GÜELL

La transición a la neutralidad climática no puede lograrse sólo a través de la tecnología y los mercados. La participación de ciudadanos, ciudadanas y las comunidades locales es crucial para que esta transición sea eficiente y justa, así como para garantizar que todos y todas compartan sus beneficios económicos, ambientales y sociales. Las comunidades energéticas son un modelo colaborativo que constituye el entorno perfecto para involucrar directamente a los ciudadanos, ciudadanas y comunidades locales en las instalaciones de energía renovable. Como las comunidades energéticas pueden tener un fuerte impacto social, desempeñan un papel importante en la sociedad, más allá de la producción de energía limpia. Aquí hay diez ejemplos de beneficios económicos, sociales y ambientales de las comunidades energéticas.

1. Las comunidades energéticas proporcionan energía local y limpia

A través de sus proyectos, las comunidades energéticas tienen como objetivo principal garantizar el acceso a energía limpia y local a sus miembros. Al producir su propia energía, también protegen a sus miembros de las fluctuaciones de precios en el mercado energético, lo que es especialmente relevante en tiempos de crisis como el que vivimos hoy. Por ejemplo, el año pasado los precios de la energía de los proveedores comerciales de energía en Bélgica fueron consistentemente más inestables y caros que los de la cooperativa energética belga Ecopower.

Además, el modelo energético comunitario hace hincapié en el hecho de que la energía es un bien común al que todos deberían tener acceso. Hace que los miembros sean conscientes del derecho de acceso, pero también de la responsabilidad de tratar la energía como un bien escaso, lo que promueve el ahorro de energía y la optimización energética.

2. Las comunidades energéticas movilizan el capital local

Al empoderar a los miembros de la comunidad local para que inviertan en proyectos y servicios, las comunidades energéticas movilizan el capital local. A nivel europeo, se estima que los ciudadanos podrían movilizar más de 200 000 millones de euros para la transición energética de aquí a 2030.

Además, invertir ahorros en proyectos locales de energía renovable reduce el dinero que se deposita en los bancos, impidiéndoles usarlo para seguir financiando proyectos de energía con combustibles fósiles, que es la principal causa de la actual crisis climática.

3. Las comunidades energéticas fortalecen el desarrollo local

Gracias a sus proyectos y actividades, las comunidades energéticas impulsan la competitividad de las empresas locales, apoyan sectores clave, crean nuevas oportunidades de negocio y sinergias, y fomentan la cooperación. Además, como resultado de sus inversiones, las comunidades energéticas crean nuevos empleos dentro de las comunidades locales.

La investigación muestra que los proyectos de energía comunitaria generan de 2 a 8 veces más ingresos locales que un proyecto llevado a cabo por un actor externo (como lo han demostrado los proyectos de energía solar y eólica). A diferencia de las grandes iniciativas privadas, que generalmente transfieren las ganancias generadas fuera de la comunidad o del país (independientemente de dónde se realice la inversión), las comunidades energéticas distribuyen sus ganancias localmente. Sus excedentes generalmente vuelven a los miembros de la comunidad o se invierten en proyectos locales basados en las necesidades de la comunidad.

4. Las comunidades energéticas contribuyen a la protección del medio ambiente

Las comunidades energéticas tienden a ser más respetuosas con el medio ambiente que las grandes empresas privadas, ya que desarrollan proyectos de menor escala y adaptados localmente, y sus impactos son monitoreados y evaluados por los propios ciudadanos y ciudadanas. Después de todo, son los ciudadanos y las ciudadanas quienes deciden sobre su propio entorno.

5. Las comunidades energéticas ayudan a ahorrar energía 

La forma más limpia de energía es la que no se consume. Las comunidades energéticas informan y crean conciencia sobre el ahorro de energía, promoviendo el uso racional de la energía entre sus miembros. La investigación muestra que los miembros de las comunidades energéticas usan menos energía que otros consumidores y consumidoras. Además, las comunidades energéticas desarrollan proyectos y servicios para aumentar la eficiencia energética y contribuir a su mejor gestión con proyectos y soluciones innovadoras, como la movilidad compartida, la respuesta a la demanda y el almacenamiento.

6. Las comunidades energéticas abordan la crisis ambiental 

Desarrollando proyectos de fuentes de energía renovables, promoviendo el uso eficiente de los recursos, proponiendo medidas holísticas para vivir de manera más sostenible (movilidad baja en carbono, prácticas de cero residuos, etc.) y organizando campañas de información y educación, las comunidades energéticas se convierten en escuelas de sostenibilidad y ayudan a construir el sistema necesario para detener la crisis climática. La energía comunitaria permite a los ciudadanos y ciudadanos responsabilizarse y actuar juntos y juntas ante el cambio climático.

7. Las comunidades energéticas luchan contra la pobreza energética

Muchos proyectos de energía de propiedad comunitaria apoyan a los hogares en situación de pobreza energética en su zona. Por ejemplo, cuando la isla de Creta fue golpeada por un terremoto en el año 2021, Minoan Energy Cooperative decidió cubrir las necesidades de electricidad de 50 familias afectadas por el terremoto.

Como partes orgánicas de la comunidad local, las comunidades energéticas pueden identificar a los consumidores y las consumidoras vulnerables (a menudo, pasados y pasadas por alto por los programas institucionales) y diseñar soluciones apropiadas para ellos y ellas. De hecho, cuando los proyectos, servicios y acciones municipales se desarrollan en cooperación con las comunidades energéticas, su impacto es mayor.

8. Las comunidades energéticas contribuyen a la aceptación social de las energías renovables 

Las comunidades energéticas promueven la participación y dan a los vecinos y vecinas la oportunidad de participar y beneficiarse de la inversión en nuevos proyectos de energía limpia. Involucrar a los vecinos y vecinas en los primeros pasos de un proyecto aumenta significativamente la aceptación de las energías renovables por parte de la comunidad local. Una encuesta reciente en diez países europeos muestra que la aceptación social de las fuentes de energía renovables aumenta significativamente a través de las comunidades energéticas, debido a parámetros como la creación de empleos locales y la reducción de los precios de la energía.

9. Las comunidades energéticas refuerzan la cohesión social 

La participación y la actuación dentro de las comunidades energéticas parecen aumentar la cohesión social, a medida que se mejora la interacción y el diálogo entre los miembros. Los miembros de una comunidad energética trabajan juntos y juntas, y desarrollan una identidad común, lo que ayuda a fomentar la lealtad y la confianza dentro de la comunidad. A través de procesos participativos, también encuentran soluciones colectivas a problemas que los miembros podrían no ser capaces de abordar individualmente.

Además, los proyectos de energía comunitaria involucran a la sociedad en general informando a los ciudadanos y las ciudadanas e invitándoles a participar en el diseño de proyectos de producción y ahorro de energía renovable. Los ciudadanos y las ciudadanas del entorno también se benefician de iniciativas financiadas por las comunidades energéticas. Por ejemplo, algunas comunidades energéticas han financiado la construcción de una sala de conciertos local sostenible, mientras que otras han construido un punto de carga para bicicletas eléctricas.

10. Las comunidades energéticas refuerzan la democracia

Las comunidades energéticas son escuelas de democracia porque su modelo de gobernanza familiariza a los ciudadanos y las ciudadanas con los procesos participativos en la toma de decisiones. Cuando los miembros participan en la comunidad energética, adquieren conocimientos y desarrollan habilidades que pueden aplicar a otras actividades y relaciones en otras áreas. Las instituciones y las empresas locales que cooperan directa o indirectamente con las comunidades energéticas también experimentan un impacto positivo. Finalmente, al respaldar la participación igualitaria, las comunidades energéticas mitigan las diferencias relacionadas con la edad, el género, etc.

Más impactos sociales relacionados con las comunidades energéticas

Los beneficios descritos anteriormente son solo algunos de los muchos beneficios sociales generados por los proyectos de energía comunitaria. La Fundación Heinrich Böll Grecia y la cooperativa ELECTRA Energy han publicado un informe que analiza el impacto social de las comunidades energéticas en Grecia. La investigación identifica más de 20 beneficios y destaca algunas de las mejores prácticas en Grecia.